Hacer mosaicos con tapones de botellas de plástico era un reto que tenía pendiente desde hacía tiempo.
Casualmente, hace unos meses me contactaron para realizar una obra para celebrar el Día Mundial de los Océanos. Me pidieron que cumpliera con algunos requisitos, uno de ellos era que reciclase tapones de botellas de plástico. Además, debía ser una obra de gran tamaño, de temas marinos, realizado con la colaboración de los asistentes, que fuera de ejecución sencilla, sin herramientas eléctricas, ni productos químicos ni pinturas.
Tantos requisitos, me impedían hacer lo que tenía en mente. Tuve que desarrollar ideas para poder utilizar una técnica que pudiera ser aplicada por los asistentes. Conseguí resolver ese problema y me puse a trabajar en el tipo de mosaico.
Produce un buen impacto en los asistentes ver que lo que puede parecer basura, se ha convertido en algo bello gracias al reciclado y a la colaboración de todos.
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