Rosa Montesa es una artista española que realiza obras de reciclado creativo utilizando principalmente residuos plásticos.
Nació en Valencia, ciudad en la que vive y trabaja. Reciclar creativamente es una filosofía de vida que aprendió desde bien pequeña. Criada en una familia numerosa, lo normal era aprovechar todo y no desperdiciar nada. Lo del plástico le viene por su padre, él tenía un taller de plásticos, donde ella jugaba y se entretenía con los retales de plásticos de colores. Se convirtió en un material imprescindible en su aprendizaje y lo utilizaba mientras iba creciendo su creatividad.
Siempre se ha sentido fascinada por los materiales, por sus cualidades y por su potencial para llegar a convertirse en algo diferente. Estudió Diseño de producto, por esa razón tiende a observar los objetos desde el punto de vista de su diseño, pero tan interesante es para ella apreciarlos por lo que son, como por lo que pueden llegar a ser o para lo que podrían servir antes de ser descartados.
Mientras terminaba sus estudios, Rosa comenzó a trabajar en un ámbito laboral poco relacionado con el diseño. Un largo paréntesis en el que la creatividad y el reciclado no paró, pero se limitó al ámbito doméstico. Cuando nacieron sus hijos, su pasión comenzó a compartirla fuera de casa: en el colegio de sus hijos, en eventos infantiles o en la realización por encargo de pequeñas piezas.
Esta explosión creativa llegó a tal punto, que las personas de su entorno le pedían que impartiera talleres en colegios y eventos. Las cápsulas de café, las hueveras de cartón, las latas de refresco, los tapones, las bolsas o las botellas de plástico se convertían en la materia prima para realizar impactantes y divertidas piezas para pequeños y mayores.
A mediados de 2013 decidió compartir estos proyectos en internet, subió videotutoriales a su canal de YouTube de Reciclado Creativo. El objetivo de este canal era mostrar sencillos procesos de reciclado y reutilización de residuos de uso corriente, transformándolos en nuevos objetos. En la actualidad sus vídeos han tenido más de 30 millones de visitas y sus 150.000 suscriptores son de diferentes nacionalidades de todo el mundo.
Esta faceta como generadora de contenido en internet le sirvió para experimentar y aprender a trabajar diferentes materiales de descarte. Además, la plataforma de vídeos le sirvió para que particulares, empresas, escuelas, institutos y otras organizaciones conocieran su trabajo y contactasen con ella para la realización de instalaciones, para impartir talleres o para crear obras y esculturas con material reciclado. La mayor parte los trabajos que realiza son por encargo y a medida, y en muchas ocasiones son los propios clientes los que proponen los materiales descartados que pueden ser relevantes para realizar las obras o los talleres.
Las obras de Rosa son una parte de su historia, ella las crea para que quienes las observan se sientan impactados, y que puedan comprender el ciclo de vida de los objetos y los materiales, que perciban la conexión entre la artista y el material que utiliza, se trata de un intercambio que abre la puerta a muchas posibilidades.
Recuerda ver a su madre haciendo magia, ella era pequeña y veía como tejía un jersey, con el tiempo, cuando se quedaba pequeño o se rompía, lo deshacía y tejía uno nuevo que todavía era más bonito que el anterior. Esta magia no se limitaba a tejer, la costura era su especialidad, hacía verdaderas obras de arte convertidas en prendas de ropa. Algo que aprendió de la abuela de Rosa, que cuando se instaló en la ciudad de Valencia como modista, después de la Guerra Civil, en una época de gran escasez, triunfó transformando los uniformes de los maridos de sus clientas en ropa para ellas. Podría decirse que esta obsesión por valorar las cosas, y no despreciarlas, es un legado familiar. Era de esperar que la artista se sintiera atraída por la reutilización y el reciclado creativo.
Durante muchos años no consideró ser poseedora de la magia de su madre y de su abuela. Sin embargo, la llegada de sus hijos le hizo ver que había heredado ese don de conseguir asombrar a los demás reutilizando materiales. Esta especie de magia no es extraordinaria, la naturaleza se comporta así. Todo se transforma, nada se desperdicia. Hoy en día, a esta magia se le ha bautizado con el nombre de Upcycling, Cuando todavía ni existía la palabra, en su familia ya era una filosofía de vida que quedó grabada a fuego en la artista.