Hay proyectos que cumplen con los objetivos para lo que fueron creados, y que se van enganchando con otros. Son como cerezas, que al sacar una, salen varias.
Esto es lo que ha sucedido con un proyecto que realicé hace unos años, y que comenzó con el deseo de poner en valor el trabajo de una mujer,: mi madre. Al final, aquél entrañable proyecto ha conseguido que se cumplan los deseos de otras mujeres.
Ver esta publicación en Instagram
Las mujeres involucradas somos mi madre (como modista), mi amiga Eva (como fotógrafa) y yo misma (como creativa-recicladora), contando con la complicidad de nuestras hijas.
- Mi madre ha sido siempre una gran artista, de una creatividad extraordinaria. Muy admirada por familiares y amigos.
- Mi amiga Eva Ripoll es una gran fotógrafa profesional, le apasiona su trabajo tanto como su amor por la danza y la música.
- Nuestras hijas, nuestro soporte.
- Y yo, que realizo creaciones utilizando como materia prima el material de descarte. Obsesionada por demostrar que lo que para algunos es basura, puede convertirse en un tesoro.
Todo comenzó hace algún tiempo, yo compartía proyectos de reciclado con bastante éxito, mi canal de YouTube tenía muchas visualizaciones. Deseaba compartir con mi madre esa sensación de saber que tu trabajo es observado por muchas personas. Sentía una necesidad imperiosa de poner en valor la creatividad de una gran artista como mi madre. Le propuse hacer proyectos en los que ella aportase sus habilidades como modista, y yo enriqueciera el material con material de descarte. Hicimos un par de trajes de fallera, un vestido de novia y alguna cosilla más.
El traje de fallera tuvo bastante repercusión. Algunas televisiones nos hicieron entrevistas, y mi madre, al final, consiguió ser la protagonista. Ese era mi principal objetivo, y lo conseguimos. Le llamaron amigas de otros puntos de España para felicitarla, entró en el centro donde iba a pintar y le aplaudieron. Fue realmente emocionante.
Por mi parte, yo también conseguí el otro objetivo. Pude demostrar que envases de plástico o latas de hojalata pueden embellecer tejidos o convertirse en joyas.
En enero de 2020, National Geographic se puso en contacto conmigo. Me impresionó saber que estaban interesados en publicar alguna imagen de los proyectos que había realizado con mi madre. Estaban preparando la publicación de un magazine infantil «KIDS VS PLASTIC». Me pidieron fotos de alta resolución de esos proyectos. Se decantaron por el traje de fallera, pero había un problema, no tenía fotos de alta resolución. Justamente, de ese proyecto no tenía las fotos que pedían. Así que no me lo pensé un momento y contacté con Eva, que sí que había realizado un reportaje del vestido de novia con vasos de plástico.
Con esta publicación de National Geographic, conseguimos cumplir un deseo de Eva. Como fotógrafa profesional ha trabajado con reconocidas empresas, publicar fotos en National Geographic era algo que siempre había imaginado.
Obviamente, necesitábamos a las personas que pudieran lucir los vestidos y posar con ellos. Ahí estuvieron nuestras hijas, dispuestas a colaborar con sus madres.
Ver esta publicación en Instagram
Proyectos de artesanía, arte, creatividad y fotografía, que se han entrelazado y han conseguido ser como cerezas que al sacar una, salen otras tan preciosas como la primera.