Las botellas siempre están en mi cabeza. Veo una, y pienso en lo que podría llegar a ser. Otros las tiran a la basura, yo les doy otra vida. A veces llega a ser enfermizo.
Esta pieza escultórica esférica está realizada con 140 botellas y tapones de plástico sobre un casco, también reciclado.
Se trataba de un encargo que me realizaron desde la Fundación Biodiversidad. Durante CONAMA2016, los asistentes al congreso podían pasar por el Stand de Ecoembes y el Ministerio de Medio Ambiente, ponerse el casco, hacerse una foto y compartirlo en redes sociales, de ese modo podían participar en un sorteo para los asistentes al congreso.
Todo un reto para quienes se lo ponían, y también una prueba de fuego para la propia obra. No se trataba de una escultura que solamente estaba para ser observada, había que tocarla y sentirla sobre los hombros.