Encargos de primavera muy coloridos, flores con tapones de botellas . En este caso se trata de una intervención en los balcones de una fachada de principios del siglo XX.
Son 5 balcones de la primera planta de un edificio del barrio de El Ensanche de la ciudad de Valencia. Sus barandillas de hierro están engalanadas con multitud de flores de colores.
Quienes pasan y las miran, no se percatan de que se trata de tapones de botellas de colores, las hojas de los tallos están realizadas con bolsas de plástico de color verde.
Diferentes tipos de tapones han servido para realizar estas flores, como los naranjas de las bombonas de butano, o los que tienen formas caprichosas de productos cosméticos y de colores muy variados como los productos de limpieza.
Desde el interior se ven las flores como un jardín.
Desde los balcones la calle se funde con las flores.
Y las flores también se funden con el cielo.
Las flores se pueden ver en los balcones de la primera planta del edificio que hay en la calle Maestro Gozalbo, 23 de la ciudad de Valencia.
Como muchos saben, además de crear objetos de arte, hacer instalaciones, talleres o charlas; también comparto contenido de reciclado creativo y manualidades en mi canal de YouTube, en el que es posible ver el paso a paso para realizar flores similares a las de este artículo.
Me apasiona reciclar, y me gusta inspirarme en la naturaleza. Estas flores son solamente un ejemplo. Tengo muchos más proyectos relacionados con las plantas y las flores utilizando material reciclado. Es uno de los temas recurrentes y que más disfruto. Intentar conseguir que el material de descarte cobre vida es un sueño en el que intento conseguir que los objetos tengan una vida circular.
Parece imposible, pero ojalá pudiera ser así y que los tapones de las botellas de plástico tuvieran otra vida.
Hola, Rosa!
He encontrado tu página y tus vídeos gracias a estos balcones que decoraste para Coworking Valencia. Y qué alegría me he llevado al ver que tienes un vídeo en el que explicas cómo hacerlos, porque cada vez que paso por debajo de camino a algún sitio no puedo evitar pararme a admirarlos y desear hacer algo así para mi casa (aunque no lucirán tanto, ya que estoy en un cuarto piso).
Me parece una idea fantástica y muy necesaria en estos tiempos. Casi tan bonito como el balcón es la idea de que todo, si le echamos imaginación, puede tener una larga vida más allá del uso puntual que le damos cuando lo consumimos.
Y la satisfacción de haber hecho algo bello con tus propias manos, algo que no ha costado dinero ni recursos sino que se los ha ahorrado al planeta, debe de ser algo muy bonito. Digo «debe» porque soy totalmente nueva en esto, siempre me he considerado torpe para las manualidades (en realidad, más que nada por falta de interés); pero esta vez me gustaría intentarlo.
No sé si era tu intención, pero me has transmitido una idea y una energía muy valiosas, y estoy deseando ponerme manos a la obra y hacer mi propia contribución a la belleza y al reciclaje.
Un abrazo,
Marta
¡Hola Marta!
Es genial saber que te has parado a ver los balcones y el cartel, y que también te hayas paseado por este blog y también por mi canal de YouTube. Si vuelves a pasar, llama y así podremos desvirtualizarnos.
Un abrazo,
Rosa